domingo, 21 de diciembre de 2008

Todos tenemos nuestros héroes

Hablar de Ribeyro es hablar del mejor cuentista peruano, a mi parecer. Cómo olvidar a Roberto López el protagonista de alienación, ese cuento “edificante” con breve colofón. Personajes como Memo García en “Tristes querellas en la vieja quinta” o la soledad de “Silvio en el Rosedal”. Historias con finales inesperados y personajes con características sombrías. Tengo grabadas frases como “tentó un suicidio por salto al vació desde un modesto segundo piso” o “a las seis de la mañana la ciudad se levanta de puntillas y comienza a dar sus primeros pasos”. Ribeyro tiene historias autobiográficas como “la señorita Fabiola” o “sólo para fumadores”. Tiene cuentos sociales como “los gallinazos sin plumas” “interior L” o historias que hablan del racismo como “Alienación” y “de color modesto”. Están agrupados 90 de sus cuentos en un libro llamado “la palabra del mudo”, nombre que hace alusión a los marginados, aquellos que no tienen voz, él les restituye ese acto a través de sus historias.

No hay comentarios: